jueves, 6 de octubre de 2011

Olor a lluvia...

Hoy me podría enrollar relatando lo bien que me sienta escuchar "good feeling" de Florida, de lo melodioso que me resulta el apellido Pivorova o de lo aburrida que estoy de las mismas "it girls" de siempre(Olivia Palermo, Alexa Chung, Kirsten Dunst...). También os podría detallar lo que realmente pienso de la gente que necesita (y he dicho necesita!!) deleitar a su novio/amigos/primos con un "te amo con locura" por facebook. Estoy realmente tentada a hacer una ardua reflexión sobre el tema... Incluso se me ocurre que hablar de las bondades del pelo rojo sería una opción viable.






Pero obviamente, leyendo esta entradilla, os daréis cuenta de que ninguno de ellos es el tema que nos concierne. Tengo tantas cosas que deciros sobre el Otoño, que lo hago ahora o callo para siempre. Y callar no es mi fuerte.














Feliz año nuevo amigos! Sí. El nuevo año empieza a mediados de Septiembre. Es cuando realmente ocurren los cambios de verdad. ¿Tan pronto se os ha olvidado el comienzo de curso del instituto? A mi ni por el forro. Cómo ignorar una de las épocas más maravillosas de mi vida, el instituto. ¿Por qué creías que me gustaba Física o Química? No era por Cabano.



El día más trascendental del curso era claramente el de la presentación. Las chicas teníamos bien preparadita desde una semana antes la ropa que íbamos a ponernos ese día. Había quien se compraba nuevo modelito para la ocasión. Mil preguntas sustanciales rondaban nuestras cabezas...¿Estará el chico que me gusta en mi clase? ¿Y mi mejor amiga?¿Y el chico que le gusta a mi mejor amiga?



Otro de los puntos relevantes de Septiembre era la agenda. Siempre excesivamente pinturrejeada y con el mayor número de dedicatorias posibles. Aquella que tuviese novio, cada mes un recordatorio del tiempo que llevában juntos metidito en un corazón. Gracias a dios no éramos nosotras quienes actuábamos. Eran nuestras hormonas.










Dejando a un lado la charlatanería... hoy me he dado cuenta de que hablo sin pensar, y eso que flatmate me lo suele repetir constantemente. Cuántas veces habré expresado últimamente "ohhhh, vayaaaaaa, que mal que se acabe el veranoooo". Pues lo digo pero no lo siento. Si es que tengo ganas de días grises, pijamas gordos, tardes en casa escuchando la lluvia. Pero si es que estoy loca por ver a mis invitados entrar en mi casa y quitarse los abrigos, por acurrucarme porque el frío ha conquistado mi cuerpo, por no sentirme obligada a salir de casa porque en Donosti ha salido el sol!!














Y de todo esto me he dado cuenta cuando me dirigía al trabajo en bicicleta. De pronto me he ido empapando del tono apagado del cielo, del espectáculo tan maravilloso que ofrecían las hojas otoñales lanzándose al vacío, de lo deshabitadas que estaban las calles de la ciudad... y es entonces cuando me he percatado de que... OTOÑO, ME APETECES.