martes, 23 de noviembre de 2010

ANDREJ PEJIC













Cara dulce con sabor a rock. Delicadamente agresiva, y un poco ambigua. Su pelo... exquisito. Tanto para el tacto como para el olfato. Peligrosa pero imposible de rechazar. Si los vampiros existieran, con certeza sería uno de ellos. El sueño de cualquier hormona masculina. Bella. Muy bella e indudablemente femenina. ¿o no?

Todo este párrafo sería correcto si hiciéramos un simple cambio: Escribirlo en el género opuesto.
Andrej Pejic. Un joven modelo australiano de 19 años. Ha desfilado para los mejores: Jean Paul Gaultier, Paul Smith, John Galliano...
¿Qué? ¿Anonadados? ¿Algún hombre hubiera rechazado a esta rubia?












jueves, 18 de noviembre de 2010

En esta entrada no prentendo ser dramática, pero a veces me parece necesario recordar este tipo de cosas. Hoy he tenido noticias terribles sobre alguien. Y aunque ese alguien no es una amiga, no es mi madre, no es una persona cercana... es inevitable sentir una tristeza arrolladora. Pero como Jesús hizo del agua vino, debemos hacer de lo negativo algo útil. Y la conclusión más práctica que he sacado hoy es que.... HAY QUE DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA. Sí, ya se que son topicazos, vivir el presente, aprovechar el momento, pititin patatan... pero si en estos momentos nos dijeran que nuestro camino ha acabado aquí, ¿no nos arrepentiríamos de haber perdido tanto tiempo en problemas absurdos?

Pues eso a disfrutar, que la vida son dos día, y una ya pasó!


IDEAS PARA DISFRUTAR DE LA VIDA

Un nuevo restaurante

Nombre extraño donde los haya: ROBIN BANANA (donosti club de sushi)




Lugar: Gros, en frente del Trueba.

Lo bueno:
- El lugar es cool, la decoración minimalista con toques de originalidad.

- Un postre de cuyo nombre no me acuerdo.Frutitas metidas en un rollito con una salsita muy especial.

Lo malo (y fue bastante malo):


- Nos tardaron la vida en verso en traernos el segundo plato. Hora y pico de reloj. Flatmate casi los fulmina con la mirada. Yo no tanto porque me dio tiempo de contarle mi vida entre suspiro y susupiro. Al final tuvo final feliz porque nos regalaron el plato de la indignación. Pero la sensación de tomadura de pelo y falta de profesionalidad se quedó en nuestros corasonsitos...










Una escapada apetecible

Quiero meterme en un cuento y ser la princesa del castillo más hermoso. Quiero sentir la adrenalina subir desde el estómago hasta la garganta y transformarlo en grito sonoro. Quiero querer más más más diversión y que el día dure para siempre. Quiero ir a EuroDisney. Y lo quiero ya.







Y mi querida Helen... Port Aventura no es lo mismo. Quizás las atracciones sean bestiales. Tanto que creí padecer un ataque de ansiedad en el momento que me sente en el tal 'Furius' y creí chocarle las cinco a la muerte en el momento que esa cosa salió disparada. Pero amiga, la magia de EuroDisney, el castillo de Alicia, los piratas del Caribe, la montaña del Oeste...son inigualables.
Un caprichito delicioso


Queridas féminas donostiarras. Estamos perdidas. Una nueva tienda de ropa mona para nuestra perdición (y la de nuestros bolsillos) . Boutique de inspiración romántica, colecciones parisinas... yo ya he empezado a escribir la cartera a Olentzerito.

PÒETE: calle Fuenterrabia.


Una lectura alucinante
Probablemente todos la concozcáis. "El mundo de Sofía". Para cabezas pensantes, para los que todavía se sorprenden con el milagro de la vida, para los que se hacen preguntas, para los que se toman una copita y aprovechan el tirón para filosofar sin tapujos... el libro ideal. No recomendable para cabezas con un sentido muy práctico de la vida.

Creo que me ha llegado la hora de volver a leerlo...
Una canción para bailongos del fin de semana


jueves, 11 de noviembre de 2010

WE HAVE IT

Hay días en que uno va de guionista por la vida y no cesa de crear pelis para cualquier inesperada situación de su día. Me explico.

Has terminado con la placentera ducha en el vestuario en el polideportivo. Ahora toca lo duro... apagar el grifo y alcanzar rápidamente la toalla. Pero de pronto algo muy siniestro acapara tu cerebro, una idea verdaderamente maligna...
Película nº 1: TERROR EN EL VESTUARIO

Y si...¿me han robado toda mi ropa?

Primera escena: saliendo con la toalla al pasillo. Psssst pssstt, tú si, ven aquí. No hombre no, no me estoy insinuando!

Segunda escena: la protagonista derrama lágrimas de indignación en el mismo vestuario, con sonorosos gemidos, se tira al suelo y patalea hasta que alguien aparece y le presta un chandal colodiro de los noventa para ir a casa.

Cuidado! en ambas escenas hemos asumido demasiado! y si.... ¿tampoco hubiera toalla? Pero dejemos esta teleserie para la sobremesa de un domingo con resaca...

Un poco más tarde...tienes prisa y estás bajando corriendo y veloz las escaleras. Ves que se acerca gente guay/importante/molona/el o la que te gusta.


Película nº2: NO SIN MI DIGNINDAD.

Y si...¿ahora me caigo? no de culo sino de frente.... y rompiéndome ambas paletas. Incluso dislocándome ambos brazos y piernas. Quedándome como un muñeco sin pilas en el suelo, aguantándome las lágrimas para ser más guay que la gente guay/importante/molona/ el o la que te gusta...


No me quiero olvidar de un especimen que está muy lejos de extinguirse. El que va por la calle como si estuviera en un videoclip mientras su Ipod suena a todo volumen. Venga, no mintáis. ¿Nunca os ha pasado? nomelocreo.


Por cierto, WE HAVE IT: la entrada para Jon Bon Jovi. Ex-amor platónico de muchas amigas mías...

Para terminar, un tema no apto para los días más delicados del mes.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Algo para recordar...

El sol ha logrado introducirse en nuestra mañana tardía a través del huequecito de las cortinas. Esos rayos molestos en la cara nos avisan de que el tiempo aprieta y no vamos a llegar al desayuno. Un desayuno con sonrisas y un "Bonsoir mademoiselle", zumo de naranja, crêpes Marroquíes... Un modo dulce de comenzar la jornada. Será un largo día que seguro va a superar las expectativas...



Nos acordamos de nuestra querida ciudad. ¿Cómo habrá amanecido hoy? Las estadísticas apuntan a un cielo gris opaco y un viento capaz de convertir el xirimiri más inofensivo en la pesadilla más temida de los cabellos recién alisados. Es entonces cuando decidimos sacarle jugo al clima africano y hacernos ver por el entorno idílico de la piscina. Vuelta y vuelta, e incluso doloroso chapuzón en las gélidas aguas. No puedo parar de pensar en mi cámara. Me obsesiona la idea de no retratar cada rinconcto mágico de este paraiso.





Y después de alimentar nuestra piel con las vitaminas que nos brinda el astro rey llega la hora de nutrir nuestros recuerdos con nuevas gentes, nuevos lugares, nuevas costumbres... Y así salimos a callejear por las estrechas calles de Marrakech, con la mente abierta pero a la vez alerta.


Nuestro olfato se inunda de una mezcla de olores exóticos donde se intuyen el cilantro, azafrán, jengibre, rúcula... En otras calles predomina un fuerte olor a incienso. Los hombres nos regalan sus mejores piropos. Las mujeres nos miran de reojo o simplemente tienen mejores cosas en las que pensar. El ritmo es frenético, donde el tráfico puede suponer un gran peligro para los turistas más despistados. Motos que aparecen inesperadamente a menos de medio metro, comercios en todas las esquinas, niños que se disfrazan de inocencia para desviarte de tu camino... Y cada visión de nuestros ojos está impregnado con unas gotitas de misticismo.





La arquitectura Árabe me transporta continuamaente al cuento de Aladino. Y me imagino sobrevolando en una alfombra mágica el palacio de un Sultán, paseando en la noche por sus inmensos jardines repletos de jazmines y preciosas fuentes, hablándole a las estrellas desde la terraza del palacio mientras el humo de la pipa del Sultán se dispersa en la negrura del cielo.




Las ruidosas propuestas de los comerciantes nos despiertan del sueño de las mil y una noches y nos damos cuenta de que hemos entrado de lleno en el Zoco. Las tentaciones nos acechan en cada rincón de cada colorido puesto. Lo que más atrae nuestras miradas son las magníficos bolsos de cuero. Tanto que colmaremos de regalos a toda la familia, bolsos para ellos y bolsos para ellas.





Ya se ha hecho de noche en la ciudad roja y todavía son las 18:00. El sol nos ha dejado pero no así el bullicio de la plaza Jemaa el Fna. A los puestos de zumos se les han sumado los restaurantes-tenderete nocturnos, espectáculos variopintos (acrobacias, encantadores de serpientes, bailes exóticos...) y gente, mucha gente. Las mujeres de la henna siguen ahí. Han visto amanecer, han visto cómo el sol viajaba de Este a Oeste y por último lo han visto desaparecer detrás de las casas color salmón. Incesantes en su búsqueda de víctimas. Ellas sólo abandonan sus puestos cuando el último turista rezagado toma el camino hacia el hotel.





Marrakech. Olores jamás antes percibidos. La ciudad de las mil y una especies. La de la gente habladora que te envuelve con su enigmático idioma. Donde el caos es en rutina. Donde a los niños se les escapa la niñez en un abrir y cerrar de ojos. Marrakech, una ciudad donde todo es intenso, los sabores, los colores, la gente, los momentos...