Queremos despertar de este oscuro invierno, deshacernos de las botas que torturan nuestros pies sin ápice de clemencia y devolverles su calor natural sin temer a las frías sábanas, olvidar el duro camino desde la cama a la ducha en las gélidas mañanas.
Querida primavera, permítenos que tus tímidos rayos de sol reposen sobre nuestra piel y despertar del mal sueño en el que tu eco suena lejano. Danos también el placer de respirar el aroma de las frescas flores y que su fragancia fluya por nuestros cuerpos inmunizándonos contra miedos e inseguridades. A poder ser, llénanos de esa alegría que te caracteriza, esa que invade las calles de nuestra querida Donostia.
Amada primavera ¿Por qué no dejas que los vientos huracanados que nos han de visitar se lleven los grises uniformes que vestimos cada día? Danos a las mujeres la libertad de mostrar nuestras curvas con vestidos ligeros y coloridos. Dáles a los hombres la oportunidad de destapar sus pantorrillas con informales bermudas.
¡¡¡Deja que el invierno se marche para introducir en nuestro día a día un poco más de magia y así poder ir a Igeldo en funicular, hacer de la bici nuestro transporte regular e incluso pasear por el palacio de Miramar mientras las flores no dejan de brotar!!!
2 comentarios:
mis piececitos!
pues muy muy bonitos tus piececitos.
Publicar un comentario