Hace un tiempo un periodista preguntó al motorista Jorge Lorenzo... "¿qué piensas cuando estás compitiendo? ¿Qué te dices a tí mismo?" A lo que contestó... "la verdad es que no mantengo muchos diálogos internos....actúo y eso es todo". Y nació un nuevo concepto en mi vocabulario: DIÁLOGO INTERNO.


Y sí. Me di cuenta de que no hacemos más que dialogar como cotorras toooooodo el día sin público.


El día que todo lo ves de un color rosa pastel:
"uauuuuuu hoy estoy mona...¿verdad?... este color me favorece... por cierto, necesito unos zapatos nuevos... esta vez de taconazo... qué bien me lo voy a pasar en la cena!"


Un día cualquiera:
"mmmm tengo algo de ojeras pero no estoy mal. Por lo menos estreno ropa. Necesito unos zapatos nuevos... a ver si encuentro unos de medio tacón, cómodos y modernos a su vez... espero divertirme en la cena."


Un día digno de tachar del calendario:
"grrrrrrrrr justo hoy me tenía que salir un grano? ... joder, tengo crisis de armario, odio toooooda mi ropa... sobre todo necesito unos zapatos nuevos... y planos claro, que tengo los pies desechos... ¿por qué diría que iba ir a la cena?? no me apetece un carajo!"


Y resulta que acabo de descubrir otra grandísima verdad:

¡La diferencia entre hombres y mujeres está en la cantidad de diálogos internos que mantenemos!

"no me ha dado un beso de buenos días... uiiiiii qué raro. Le pasa algo. Le voy a preguntar. O no, mejor no. Eso es contraproducente. Aiiiii no puedo aguantarme. ¿Y si no me quiere? Pues él se lo pierde. Yo me quedo con el coche, lo tengo claro... ¿en serio que no me quiere? será mamón... el coche es mío"

Ringgggg ringggggg riiinnggggg: " ¿Dígame?" "Pepe, yo me quedon con el coche, mamón!" Clonc.


Puede que resulta cómico y extremista. ¿Pero no es lo que hacemos todos los días eso de adelantar acontecimientos? Yo la primera.