jueves, 7 de marzo de 2013

Ama lo que haces y viceversa

Último post el 30 de enero. Miedo me ha dado hacer clic en el icono de "nueva entrada". Temo actuar como Forrest Gump, que empezó a correr y no paró. Ha sido como retomar el contacto con una vieja amistad con la que mantienes fuertes vínculos emocionales, tremendamente reconfortante pero con una necesidad de inversión psíquica enorme. Pero aquí estoy, como en la consulta de un psicólogo, dispuesta a exhibir mis pensamientos más extraños. ¡BLOGTERAPIA!

¿Cómo titular esta entrada? "Mi vida en unas cajas de cartón" podría ser adecuado. Aunque a priori lo parezca, no tiene nada de poético. Tardar una hora en encontrar tus botas, porque se encuentran al fondo de la última caja que se te ha ocurrido mirar, no es nada insipirador, creedme. (con el añadido de vivir en mis propias carnes el cuento de "las ovejas y el pastor". Nadie me cree que llego tarde por mi triste situación). Dormir rodeada de 15 cajas de cartón, tampoco. No es inspirador, pero me siento en la gloria. La mente humana es curiosa amigos, si hace un año me hubieran anticipado esto de tener un metro cuadrado como margen de maniobra, hubiera puesto el grito en el cielo. Pero hoy puedo decir que estoy bien, pues vivir entre cajas es un paraíso terrenal comparando con la mudanza, con el acto en sí. Os prometo que es el infierno hecho acontecimiento. Yo a un enemigo jamás le desearé la muerte. Le desearé una mudanza.

Cuánta negatividad en tan pocas palabras... pues bien, en estos meses he llegado a una conclusión que seguramente vuestro sobrino que va a primaria ya sepa: la felicidad no depende de los acontecimientos externos. Depende de una sola cosa: tener ilusión. Y compartir esa ilusión con tu gente. ¡Pensad(es mucho pedir para un juernes, lo se)! Si resulta que eres de los que pilla una vez al año y hoy toca... ¿cómo reaccionas? pues tenemos desde el más discreto que se limita a llamar a su mejor amigo, hasta el más osado que se explaya en FB, en el estado del whatsapp y no se pone con rotu en la frente porque deja marca. Al fin y al cabo, comunicar. Somos seres sociales, sociales hasta la saciedad, sociales hasta aburrir a todos los contactos del FB. Y cuantos más "like"-s tengamos, mejor.


COSAS QUE ME PASAN POR ESTE ÓRGANO LLAMADO CEREBRO

- Valentina Home Deco: maravillosa tienda de decoración recién descubierta repleta de objetos insultantemente bellos. Pues bien, el primer regalo para mi nueva morada, han sido una tacita de desayuno y una lámina con sendos mensajes entusiastas. No pienso tocar esa taza hasta tener el primer desayuno en mi castillo. Va a ser un ritual. (Tendrá que ser un sábado, pues poco de atractivo tiene celebrar tal ceremonia atascándose las galletas en la faringe por eso de las prisas).







- Optimus Primavera Sound: conocidos son mis escarceos con la música. Me gustan todas, las dóciles, las rockeras, las bailongas etc. Este año nos plantamos 4 amigos en el Primavera Sound de Oporto a gamberrear con gente de gafapasta & tupé.  ¡Este año por fin seremos unos modernos!


- Neurociencia: Si señor, todos los días se aprende algo nuevo. En una charla sobre neurociencia nos han advertido de que la genetica no es tan importante como parecía, que el cerebro se puede entrenar y en consecuencia moldear. Según la ponente, las mujeres no somos malas en ubicarnos con mapas porque no valemos. Es porque no nos interesa nada. Y punto.


El tintero se me desborda de tantas cosas que me he dejado dentro...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya era hora, te echabamos de menos!!!!!!
Estoy totalmente de acuerdo contigo con lo de la mudanza, la próxima que la haga dejo todas mis pertenencias y compro todo nuevo. Es la única forma de no tener almacenadas un montón de cajas sin abrir y sin saber lo que hay dentro de ellas.