De pronto siento una terrible angustia. Me acuerdo de que esto es un sueño. Comienzo a correr, trepo árboles tan grandes como rascacielos, incluso me convierto en ave a espaldas de mi dragón volador. Trato de ser más veloz que la realidad. Ella intentará atraparme y devolverme a aquel lugar donde la magia no existe.
De pronto veo una luz rosácea a lo lejos, una tímida luminosidad que me atrae hacia sí. Me acerco a ella depistando a la realidad...Es lo más hermoso que la mente ha imaginado nunca. El árbol madre, la madre de todas las almas, la que mantiene el equilibrio entre todos los seres. Me he envuelto entre sus ramas y la paz ha inundado mis sentidos. Me puedo quedar en su mundo, el mundo turquesa.
AVATAR.
¿Existe algo más placentero que dejar volar a la imaginación? Eso de "tener los pies en la tierra" o "la fantasía es para los niños" ya no está de moda. Soñar, desear, imaginar, revivir...crear tus propios cuentos de hadas! Nuestras vidas pueden ir más allá de lo que dictan nuestros cuerpos con fecha de caducidad. Además os voy a contar un secreto: si soñáis día y noche, la probabilidad de que estos se cumplan es infinitamente mayor. Lo leí en un libro.