viernes, 26 de marzo de 2010

IDEAS RARAS

Hoy no se qué escribir. Tengo la esperanza de que al posar mis manos sobre el teclado, los dedos fluyan con vida propia... mmmm...vengaa....ánimo chicos, escribid algo digno... ¿¿Nadaaaa que comentar?? Pues tendré que empezar a dejar escapar ideas sueltas, raras y quizás absurdas... No me lo toméis muy en cuenta, pues todo es obra del cansancio.

Las flores son un regalo de la naturaleza para que los humanos nos demos cuenta de que hay algo/alguien ahí arriba. Arriba, abajo, en el cielo, en otra dimensión... no se dónde carajo se meterá... Pero hay alguien detrás de todo esto. ¿Como podemos planternos nuestra existencia como "nacer, vivir y morir"?... ¿sin más?.. ¡Qué va! Algun motivo hay para crear toda esta parafernalia de la vida, alguno que se escapa de nuestra capacidad de raciocinio. Uno que no descubriremos hasta abandonar nuestros cuerpos, porque seguramente si lo supieramos el estar vivo perdería su sentido. Lo que pasa es que nos hemos acostumbrados al "si no lo veo, no lo creo"...

Porque las flores las ha tenido que inventar la divinidad, una especie de dios con un gusto estético muy refinado. Ese si que debe que ser un creativo de gran prestigio; y no los diseñadores, arquitectos y artistas varios etc. que al lado de este son meros transformistas de materia.

Como yo soy amante y fiel seguidora de este señor/divinidad/espíritu llamado dios/creador/universo/naturaleza, últimamente me dedico a adquirir objetos varios con prints florales:










Estos sabores también son cosa de la divinidad:


Dios existe. Primero creó este magnífico lugar y después el concepto de "jornada continua" para que pudiéramos disfrutar de él.



Dios creó a la mujer para que el hombre le hiciera caso. Y sin él saberlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"una especie de Dios"? Dios ya es en sí una especie de algo, la explicación a todo lo desconocido: En fin... los caprichos de la naturaleza son maravillosos, para nosotros, porque nuestra existencia debe ser totalmente insignificante para el universo (nombre que le damos al "todo lo que pueda existir"). Así que llegados a este punto, solo nos queda comprar vestidos con flores, comer tarrinas de helado, quedarnos dormidos bajo el sol antes del chapuzón, en definitiva, pasar el tiempo que nos queda de la manera más feliz posible.
Amen

Lai dijo...

No creo que nuestra existencia sea insignificante para el universo, puesto que todos integramos "el universo". Lo que ocurre es que nunca llegaremos a entender el porqué de esa existencia...

Pero sí, está claro que lo único que podemos hacer es comer tarrinas de helado. jaja