viernes, 19 de marzo de 2010

Qué bien sientan los viernes tipo sábado... qué maravillosos los findes de 3 días... cómo me gustan los días bien aprovechados.
Hoy ha sido uno de esos. Aunque muchos me advirtieran que coger tropecientosmil folletos en Sevatur era absurdo, les hice caso omiso, y ¡me alegro! porque en menos de una semana ya nos han servido para preparar una bonita escursión.

Hemos estado en el Iparralde, una parte de Euskadi que apenas conocía. A primera hora (Sí, un día festivo a las 12 del mediodía es primera hora, y punto pleota..) hemos ido a Sara. Un pueblo diminuto pero con encanto.
Ya hemos elegido nuestra casita de verano. ¿qué os parece? Una monada verdad... Y los que piensan que se parece a la casa del terror no se merecen nada.


¿qué es lo primero que hemos hecho al llegar? Escoger cuidadosamente un lugar adecuado para almorzar. Lo siento pero para que nuestras neuronas funcionen es imprescindible llenar el estómago...Y claro, menos mal que en la nuestra también existe la típica componente de la cuadrilla que lleva comida para un arsenal. ¡Menudo banquete que nos hemos pegado con las intxaurras, magdalenas, patatas y hasta te verde calentito en termo! Eso si, hemos tenido que hacer algunas escapadas del monstruoso abejorro que nos amenazaba de vez en cuando, con grititos de chicas de ciudad incluidos... todo no se puede oye! Porque la técinca de quedarse como una estatua mientras un peligroso bicho está invadiendo tu espacio vital no lo practica ni chus, a mi que no me engañen!

Una vez aumentado nuestro grado de buen humor mediante la alimentación, nos hemos dirigido a las cuevas de Sara. Me han gustado. Me encanta imaginarme a los homosapiens revoloteando por las cuevas con sus taparrabos, trayendo un jabalí (o lo que hubiera en esa época...) para alimentar a sus retoños.

Al salir de las cuevas un salvaje nos ha sorprendido palo en mano, amenzándonos con darnos una paliza...


Pero nos hemos escondido en este triku-harri dando esquinazo al hombre del palo.
Después de tanto esfuerzo nos ha entrado de nuevo el hambre, por lo que hemos buscado un precioso txoko para matarlo. Pero como buenas chicas de ciudad no hemos podido evitar primero la sesión de fotos.

Aquí donde nos veis (abajo) estamos intentando sacar una foto con las melenas al viento, como en los videoclips de Beyoncé o Maria Carey... Y el resultado no es malo ¿verdad? Lo que pasa es que vosotros sólo veis el resultado. Pero el camino a recorrer ha sido duro...que si una se liaba y giraba el cuello al decir 2 (y no 3 , como correspondía), que si la fotógrafa pulsaba tarde el botón, que si "saca otra ya! que mira que jeto chungo tengo!!" etc.






En la siguiente foto nos veis naturales y sonrientes. Pues nada más lejos de la realidad, puesto que estábamos pasando mucho miedito por la altura...



Después un buen colacao, cafelito, tecito etc. Y yo añorando mi taza de desayuno que esta mañana se me ha roto . Era a la única taza en mi vida a la que le había cogido cariño, de verdad, me encantaba. Ya no tengo ilusión por desayunar sin mi taza blanca. Últimamente se me rompe todo, no se qué me pasa...



La tarde la hemos pasado en San Juan de Luz.



HA SIDO UN BONITO DÍA. ¿¿Pero sabéis qué es lo mejor??? Que todavía quedan dos días enteros de fin de semana.
ZORIONTSU IZAN!

1 comentario:

Anónimo dijo...

oso antzeko etxe bat dago intxaurrondon
le prou