Llegada a la ciudad eterna

Ya estamos aquí, en nuestra nueva casa romana. Es PRECIOSA. Tan grande como nuestra casa, con un claro predominio del color blanco, techos altos, detalles sutiles de decoración y sacando la cabeza desde la ventana y dispuesto a correr el riesgo de desnucarte se ve el Coliseo!!

De todas formas tenemos que admitir que sí hemos pasado algunas penurias durante el día...

PENURIA Nº1: Caída de la suela de mi botín. Otra vez. Todo ha empezado cuando entrando al aeropuerto me ha parecido que se me había hincado un cristal en la suela de mis troteras botas, esas caras botas de Hakei que sólo tienen dos meses... Para mi sorpresa, no había ningún cristal, sino un trozo de madera con cuatro malignos hierros y ni rastro del cacho de suela de goma. ¿¿¿???

Hace unas semanas me pasó exactamente lo mismo pero en su par. Por lo tanto fuí a Hakei a reclamar mis derechos como consumidora y consumista que soy. Aunque me arreglaron la suela tuve que aguantar un sobervio discurso de la encargada sobre la calidad de su ropa. La gran frase fue: "estas cosas pasan.. te puede suceder incluso si te compras una prenda de Prada..."

Y yo me pregunto...si te compraras un vestido de Prada por el módico precio de 3.000€ y se te rompiera el primer mes ¿¿¿no montarías en cólera??? A mí se me oiría desde China el grito de rabia.

Por lo tanto, sabiendo que un minibolso de 100€ que me compré en la misma tienda se me desilachó al mes y conociendo el pasado de mis botas y la penosa charla de la encargada, ¿debería montar un pollo? ¿queréis sangre?

PENURIA Nº2. Definitivamente somos korkis. Cuando han avisado para enbarcar en el avión, la gente se ha apresurado ansiosamente a la cola. Nosotros tranquilos mientras decíamos "¡la gente está histérica! mejor esperamos a que vayan entrando ¿verdad?" Peeeero resulta que los asientos no eran numerados y hemos sido los úlitmos en entrar al avión aunque llevabamos un buen rato en la sala leyendo el "marca" y unos cuantos arghhhs de la "cuore"(por cierto, muy flipante la galopante celulitis de la pierna de Victoria Beckam). Qué ¿somos korkis o no somos korkis?

En la pequeñuela cola

Es más, mientras nos arrepentíamos de nuestra escasa agudeza mental, veíamos que un par de listo-maris se colaban con un tremendo patético disimulo. Y nadie decía nada. Nosotros nos moríamos de ganas de montar el pollo pero a causa de nuestra cobardía nos limitábamos a lanzar miradas asesinas a los listo-maris, unas miradas que han sido totalmente ignoradas. Pero tranquilos. ..He dejado escapar a mi rabia interna cuando nos hemos sentado justo delante de los malísimos. "Qué bien os habéis colado ¿eh?" ha sido lo que ha salido de mi boca sin haber pasado el filtro de mi mente. Y mientras, mi querido acompañante me daba un codazo y decía un "shhhhh" que me ha dejado helada. ¿Sabéis por qué? Porque en la cola cuando le he comentado la idea de decirles algo en el avión me ha dado su visto bueno. Por lo tanto he quedado como la novia histérica y él como el novio majo-pacífico.

Peeero estamos en Roma en un apartamento ideal de la muerte. Y nos disponemos a salir a por unas enormes y buenas pizzukas. ¿Qué os parece? ¿Envidia?